Cátedra de Gerencia de Construcción.

CATEDRA DE GERENCIA DE LA CONSTRUCCIÓN.Convenio entre la Unimet y la Cámara Venezolana de la Construcción, desde 1999. Blog de la Cátedra, como web informativa, y lugar de intercambio de conocimiento, opinión y trabajo colaborativo.

lunes, 23 de enero de 2017

Fouad Sayegh

Construcción: Empleo y Bienestar

            Dos variables que, según el Ing. Sayegh, podrían definir el eje de aporte central de la aplicación de la ingeniería civil. Si nos detenemos a analizar un instante el título de la ponencia y lo relacionamos con el contexto real en el que actualmente se desarrolla la industria en Venezuela, rápidamente nos podemos dar cuenta que, a pesar que fueron desarrollándose en décadas anteriores, ahora se encuentran en un atroz retroceso. En cuanto a la primera variable, a pesar de generar más de un millón de empleos directos y aproximadamente el doble de empleos indirectos, es un hecho que cada año las inversiones y los proyectos disminuyen, y consigo las oportunidades de trabajo. Por otra parte nos preguntamos: ¿bienestar? El Foro Económico Mundial posiciona a Venezuela en el puesto número ciento veintiuno (121) en cuanto a la competitividad mundial en infraestructura en el Informe Global de Competitividad 2016-2017. Esta posición apunta lo contrario al bienestar social, describe lo anacrónico de nuestras obras civiles y la falta de mantenimiento y restauración de las mismas; es necesario avanzar con la tecnología para garantizar el confort de la demandante sociedad.

            Ahora bien, para argumentar el retroceso de la industria señalado anteriormente es importante conocer primero el desarrollo que una vez la impulsó en el país. Si en este artículo consideramos la creación de la Cámara Venezolana de la Construcción como el inicio de la construcción como industria organizada, volvemos casi medio siglo atrás, al año 1943 cuando ésta fue fundada. La CVC se funda como asociación de contratistas de obras civiles con el objetivo principal de organizarse y unirse para ser el único representante ante el ente contratante. Luego, en 1958, funda de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC) junto con México, Brasil y Argentina. Ese mismo año plantea de manera innovadora la contratación colectiva de trabajo por rama de industria. Además, en 1982 bajo la iniciativa de formar personal obrero especializado la CVC funda el Instituto Nacional de Capacitación y Educación (INCE) a los que iban dirigidos el 2% de los ingresos generados en la industria constructora. Pocos años después, en 1989, se le atribuye uno de los mayores logros para los constructores con relación a la ética del ingeniero: entra en vigencia de la Ley de Licitaciones.

            Todo lo mencionado anteriormente, junto a la democracia ejemplar que se venía evidenciando en Venezuela, situaba a la construcción venezolana a la vanguardia a nivel mundial. Con un inventario de máquinas y equipos de tecnología avanzada, trabajadores especializados y las leyes y normas en orden, Venezuela en sus vías de desarrollo era un ideal tanto para los inversionistas como para los constructores.

            Desde finales de los 90 hasta hoy en día, todos estos proyectos de avance fueron siendo obstaculizados hasta tal punto que el desarrollo de una infraestructura viable para el país se hizo prácticamente imposible. Estas trabas son producto de muchas decisiones contraproducentes que lamentablemente acarrean consecuencias bastante delicadas para los venezolanos en todos los ámbitos imaginables. Los modelos económicos por los que se han regido los últimos gobiernos han disparado la inflación generando expectativas inflacionarias que a su vez dificultan la creación o continuidad de planes a mediano y largo plazo, favorece la desinversión del sector privado y entorpece la idea inicial de discutir los honorarios de contratación colectiva cada tres años.

            La dispersión de recursos monetarios destinados al desarrollo de la infraestructura nacional nos sitúa con un déficit de más de dos millones de viviendas, siendo éste la problemática más grave. Un ejemplo ilustrativo son las cifras publicadas por el Banco Central y la CVC sobre las viviendas construidas en los períodos presidenciales, donde se establece que en los últimos 15 años se hicieron menos viviendas que en cada una de las pasadas tres décadas. Este problema es indudablemente el más delicado, ya que no solo se trata de una necesidad básica para los ciudadanos, sino que los obliga a construir viviendas informales en complejos y barriadas desarrollados sin ningún tipo de planificación ni prevención de riesgo. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (2014) el 80% de la población se encuentra en zonas de alta amenaza sísmica; esto, sumado a la informalidad de las viviendas, pone en peligro la vida de millones de venezolanos. Es de carácter urgente hacer público la realidad de este tema y dirigir las acciones ingenieriles a la solución inmediata de este problema.

«los progresos científicos más extraordinarios, las proezas técnicas más sorprendentes, el crecimiento económico más prodigioso, si no van acompañados por un auténtico progreso social y moral, se vuelven en definitiva contra el hombre»
Papa Pablo VI, 1970.

            Como señala en Papa Pablo VI, es de gran importancia avanzar y desarrollarnos en pro de la sociedad, fusionando los conocimientos técnicos, la investigación y la academia con el interés social y moral. En el caso de Venezuela, es momento de que todos los profesionales se involucren en la realidad de pobreza tan abrumadora que determina la vida de tantos venezolanos y limita sus posibilidades y oportunidades. Es momento de que juntos construyamos el país que queremos aportando desde el ámbito en que más nos destaquemos, siempre con el objetivo de estrechar las diferencias sociales que tanto mal nos han hecho en cuanto al desarrollo de nuestra sociedad.


Clarissa Briceño

3 comentarios:

Unknown dijo...

Me parece excelente la intervención hecha por mi compañera Clarissa. Sobre todo una de sus últimas participaciones acerca de la necesidad con carácter inminente de comenzar a trabajar con objetivos y metas sociales antes que metas netamente económicas. Como lo dice la cita textual del Papa Pablo VI en el año de 1970; sin desarrollo social, no existirá desarrollo económico y cultural a futuro en cualquier nación. En efecto, es necesario comenzar a trabajar en proyectos de índole inclusiva para la sociedad.

En el año 2015, un estudio denominado "Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI 2015)", realizado por la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Simón Bolívar y la Universidad Católica Andrés Bello reveló que la pobreza en Venezuela alcanzó el 73% de los hogares. En efecto, esto ocurrió ya hace un año y algunos meses; sin embargo, es bien sabido que la situación social y económica en el país se ha acrecentado exponencialmente de esa fecha hasta el día de hoy, en donde muchos de nosotros hemos observado la pobreza extrema en muchos municipios de la ciudad capital; sin contar lo que ocurre en el interior del país.

Como establecí anteriormente, es necesario un plan constructivo nacional competente y eficiente (Refiriéndome al hecho de ser sustentable económica y físicamente), que sirva para incluir a la sociedad venezolana que se encuentra en probreza extrema, con el fin de generar empleos e ir reconstruyendo poco a poco el capital social y económico del país. Después de todo, nosotros como futuros ingenieros civiles tendremos como labor, por definición, la de solucionar problemas de carácter cotidiano para una población determinada, mediante una metodología de cálculo aplicada y práctica en función de economizar un proyecto dado en cuanto a la creación o mantenimiento de los servicios que ésta requiera; tales como vialidad, viviendas unifamiliares o multifamiliares, centros de comercio, sistemas de drenaje, diseño de estructuras, estudios de suelos, entre otros.

Unknown dijo...

De la misma forma, opino que parte de la problemática que se vive hoy en día en el país no es solo producto de las medidas y modelos económicos que se han efectuado desde finales de los años 90; sino es un problema que viene desde más atrás en el ámbito social. El ideal social que se ha vendido como pensamiento no es más que el producto de la sociedad venezolana queriendo aspirar a una vida digna en donde se pueda gozar del bienestar y la calidad de vida. Este hecho ha sido la principal razón por la que muchos de los venezolanos han apoyado las políticas económicas y sociales que ha implantado el gobierno en los últimos años. Sin embargo, el propósito real de estos proyectos bien se sabe que no es el utópico que se plantea por parte de ellos. Venezuela era un país agrícola a principios del siglo pasado en donde se trabajaba arduamente para poder crecer paulatinamente como nación. Sin embargo, no es hasta el descubrimiento del petróleo que el país logra realizar un salto de Heaviside para ubicarse como uno de los países más productivos y generadores de flujo monetario en realmente muy poco tiempo. Opino que parte de la catástrofe que se vive hoy en día es producto de la cultura con la que hemos crecido luego de este descubrimiento. Puesto a que países como Colombia, quienes no contaban con la misma suerte que nosotros en cuanto al descubrimiento del petroleo, lograron desarrollarse como nación diversificando y fortaleciendo su industria y disminuyendo así el riesgo de pérdidas de capital nacional al momento de problemas como los que se viven en el país hoy en día. Venezuela, por su parte, logró ubicarse como una de las potencias más fuertes de América en un tiempo en el que no se logró madurar una conciencia de esfuerzo y trabajo para lograr explotar todos los rubros que este país posee.

Por todo lo anteriormente expuesto, opino que es necesario un cambio de paradigma en la mentalidad de los venezolanos, proyecto que debe ser alcanzado únicamente desde el punto de vista social a mediano y largo plazo, en donde se enseñe a trabajar correctamente a los futuros profesionales quienes desarrollarán el país. Todo esto es posible si profesionales como nosotros; los futuros ingenieros civiles, dedicamos nuestro aporte ingenieril a la sociedad venezolana, creando proyectos que apunten al desarrollo social de la nación como la creación de museos, escuelas, industrias, entre otros, lo cual desarrollará la inclusión social en el país y en consecuencia el ámbito económico del país mejorará exponencialmente.

Es por ello que digo que la cita textual que colocó mi compañera Clarissa toma gran sentido, ya que el desarrollo del país debe ser en todo sentido, tanto en el económico, como en el social y cultural para que exista un ambiente de bienestar.

Carlos Angarita.

Unknown dijo...

Englobando las ideas anteriormente expuestas, también es necesario destacar que el Estado toma un papel importantísimo en lo que al empleo y bienestar respecta puesto a que si bien los ingenieros y demás profesiones afines tenemos la capacidad de diseñar medios para modernizar el país por medio de la construcción de obras civiles; es el Estado el que debe garantizar dicha actitud o condición de bienestar para los ciudadanos; implementando un conjunto de políticas económicas que logren crear el entorno ideal para que pueda lograrse la participación activa de todos los sectores laborales del país, tal como lo es el sector construcción. Esto haría que toda la economía del país se beneficiase puesto a que se generaría una gran cantidad de empleos directos y por consiguiente se tendría el doble de empleos indirectos en el país, logrando paulatinamente la inclusión social de la que se habla en la cita textual del Papa Pablo VI junto con el desarrollo político económico de Venezuela.

Carlos Angarita.