Expositor: Ing. Juan Otaola
Relator: Héctor García
En los últimos años hemos presenciado la representación de empresas internacionales en la ejecución de obras del Estado. Los jóvenes hemos adquirido una errada percepción que nos ha llevado a pensar que las compañías internacionales son muy avanzadas y de muy buena calidad comparadas con las venezolanas. Esta imagen se ha creado también por la subestimación por parte del Estado y de las empresas extranjeras del nivel de competencia y eficiencia de muchas empresas venezolanas.
Durante la ejecución de obras nacionales importantes que se están llevando (por orden del Estado) en consorcio con las empresas extranjeras, las empresas venezolanas, como la que representa el Ing. Juan Otaola, han demostrado la capacidad constructiva que existe en Venezuela y como la mayoría de las veces supera a la extranjera. Los venezolanos no caemos en cuenta ya que no nos enteramos como se ejecutan estas obras en el interior del país.
El Ing. Juan Otaola nos relató cómo en varias ocasiones en obras como Macagua 2 y el Muelle de Sidor, los extranjeros planteaban soluciones tecnológicas y con resmas completas de papel llenas de cálculos, mientras que los venezolanos los sorprendían con métodos “criollos” que resultan más económicos y más efectivos. Estos métodos se adquieren gracias a la experiencia de la construcción dentro de nuestro país que supera a la tecnología y fórmulas complicadas. Uno de los ejemplos vistos en la exposición era sobre la obra del Muelle de Sidor. En esta obra, fueron los venezolanos que plantearon una solución bastante económica donde las pilas se prefabricaban en forma de vaso, se remolcaban al sitio para luego llenarlas de agua para asentarlas en su ubicación exacta. Para lograr esta ubicación, los extranjeros platearon usar equipos tecnológicos como es el GPS mientras que al final se decidió seguir el consejo venezolano que consistía en la ejecución por parte de dos obreros que con la alzada de un banderín marcaban cuando la pila llegaba a su núcleo en ambos ejes.
Otaola también nos aconsejó que lo más importante es no permitir que los extranjeros nos intimiden con sus extensos cálculos y equipos avanzados, sino más bien demostrar el alto nivel de construcción que existe en nuestra nación y lo competentes que son los venezolanos usando nuestros métodos simples y económicos y por lo tanto, los más factibles. A su vez, nos dio a entender que los venezolanos siempre hemos sido grandes constructores desde hace más de 50 años. Fuimos los primeros que construimos una represa del nivel de El Guri y el primer puente tan largo hecho de arcos.
En conclusión es importante representar el nivel constructivo nacional en el mundo tomando consejos como los del Ing. Juan Otaola para así convertirnos en hacedores de país como él y sus socios y no requerir de estas empresas internacionales.
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