Relatores
La Cámara Venezolana de la
Construcción, fundada en 1943, y la Universidad Metropolitana tienen un
convenio debido a su compromiso ético y social con el país. Por este arreglo
entre estas dos instituciones, surge la materia Gerencia para la Construcción,
dictada por el Arquitecto Alberto Lindner.
La CVC, desde su instauración en
1943, ha ayudado con el desarrollo de la infraestructura del país. Fundó la
Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC), junto a la
Cámara Argentina de la Construcción y la Cámara Brasilera de la Construcción.
Su objetivo es agrupar dentro de una institución única a las pequeñas, medianas
y grandes empresas, que proveen insumos y servicios. A su vez tiene un
compromiso ético y social con el país en el aspecto del desarrollo y la
construcción. Otro de sus principales roles es ser agente de cambio dentro de
la industria a través de su liderazgo.
Esta compuesta por 19 cámaras estatales y organizada estructuralmente
por diferentes direcciones sectoriales: Petróleo y energía, que es la fuente de
ingreso económico más importante de la nación; relaciones laborales, que se
encarga del ambiente de trabajo de los obreros y las relaciones con el
sindicato; vivienda, que se encarga de la construcción de las mismas y su distribución
a lo largo del territorio; asociación de maquinaria pesada, que se encarga de
la prestación de los servicios de estas en las diferentes obras y esta al tanto
de la nueva tecnología; entre otras direcciones como AVECOM, desarrollo
inmobiliario e infraestructura.
Las empresas que forman parte de la CVC se clasifican según su
especialidad, como movimiento de tierra, obras civiles, puentes, túneles, entre
otros; y la actividad que desarrollan, como vialidad, edificaciones, vivienda,
entre otras.
El sector construcción tiene una importante influencia a nivel
nacional ya que provee un millón de empleos directos y alrededor de dos
millones de empleos indirectos. Por esta y otras razones tiene una influencia
positiva sobre el crecimiento de la economía. Abarca un sector tan grande a
nivel nacional que su influencia social a corto plazo es eficaz.
En la actualidad, el sector privado ya no es tan relevante como lo era
durante la época democrática de Venezuela. Antes, el sector privado construía
alrededor de la mitad de las obras de Venezuela. Debido a la difícil situación
que estamos viviendo, el sector privado ha reducido su influencia en las obras
civiles, aportando nada más en la construcción del 10-15%. La participación del
sector público en la construcción se divide en varias áreas, principalmente en
los hidrocarburos (38,3%), seguido por viviendas unifamiliares y
multifamiliares (20%) y posteriormente vialidad (13,4%). En cambio, el sector
privado tiene como principal área de participación las viviendas
multifamiliares (51,2%), seguido por el comercio y oficinas (26,4%), mientras
que en las industrias hay baja participación (6,2%).
Según la INE, desde 1991 hasta 2013, la tasa de desempleo en el sector
construcción empezó a ascender notablemente desde el primer semestre de 1999,
hasta llegar el peor período de desempleo con un 45%, en el año 2003. Desde ese
año, el desempleo ha disminuido paulatinamente hasta estabilizarse en el año
2006 entre un 14-19%. Un importante indicador de la construcción a nivel nacional
son las soluciones habitacionales, que en concordancia con el desempleo, tuvo
su peor momento en el 2003 con una construcción de 8811 viviendas. Las ultimas
estadísticas arrojadas fueron las del primer trimestre del 2015, que indican
que se construyeron 50.631 viviendas, las cuales 34.358 fueron construidas por
el sector público y 16.273 por el sector privado. Las cifras dadas por la CVC
aseguran que en 15 años de gobierno no
se han construido mas viviendas que en ninguna de las ultimas tres décadas de
gobiernos democráticos.
Como se dio a entender por las
estadísticas de construcción de viviendas, se puede inferir que Venezuela
actualmente es un país con altos niveles de corrupción. Según Transparency
International (2015), el índice de corrupción de Venezuela es 1,7, siendo 0 lo
más corrupto y lo más “limpio” es 100. En general, América es un continente
medianamente corrupto y este fenómeno incide sobre la construcción puesto que
el sector mas corrupto en Venezuela es el de obras públicas y construcción con
un puntaje de 1,3 sobre 10.
Debido a estos altos niveles de
corrupción y baja productividad durante el período, la inversión en el sector
construcción ha disminuido drásticamente. Esta incertidumbre hace que haya desinversión
en el área privada, generando flexibilidad de empleo, debido a la volatilidad
de las obras en marcha y esto se ve reflejado en la inflación del país. Otro
problema en este sector es la falta de programación y la mala organización
debido a que se inician obras sin dejar concluir las que ya están en acción.
Por ejemplo, el sector ferroviario del país, donde no hay ninguno concluido.
Esta falta de programación incide en la productividad sectorial por el desfase
en el arranque de nuevos proyectos.
Por lo expuesto anteriormente, es
evidente que Venezuela no tiene un buen desarrollo en su infraestructura en
comparación con el resto de países de Latinoamérica, ocupando el penúltimo
puesto del continente, por encima de Paraguay.
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