Cátedra de Gerencia de Construcción.

CATEDRA DE GERENCIA DE LA CONSTRUCCIÓN.Convenio entre la Unimet y la Cámara Venezolana de la Construcción, desde 1999. Blog de la Cátedra, como web informativa, y lugar de intercambio de conocimiento, opinión y trabajo colaborativo.

jueves, 30 de junio de 2016

Alvaro Sucre / Sector Informal


Sector Informal (Áreas urbanas no controladas). Retos y realidades.
Ponente: Ing. Álvaro Sucre Fagre

Relatores:
Arantxa Carrillo
Yosvan Rodrígues

     La revolución industrial fue un proceso que se dio en principio en Gran Bretaña entre el siglo XVIII y el XIX, marcando un hito histórico en el mundo, el cual trajo consigo un éxodo rural hacia las ciudades, pues las personas se encontraban en búsqueda de estabilidad económica para mejorar su calidad de vida.

     En Venezuela, el desarrollo urbano surge con la aparición del petróleo en el año 1914, y también por el ingreso de extranjeros debido a los conflictos bélicos en Europa; sin embargo, la mayoría de los nuevos habitantes no tenían capacidad de trabajo, por lo que no pudieron estabilizarse, viéndose en la necesidad de asentarse en viviendas informales ubicadas en los linderos de las ciudades. Estas viviendas carecen de vialidad, redes de tuberías, electricidad, instalaciones educativas cercanas, entre otros, por lo que cabe preguntarse ¿es posible lograr la integración de la ciudad formal e informal?

     Para esto es indispensable tener en cuenta que la vivienda es el activo más importante porque es condición necesaria para lograr la estabilidad, tanto social, como económica. El problema que presenta hoy en día es su dificultad de acceso por el alto costo, es más, es prácticamente imposible que una persona que gane sueldo mínimo pueda adquirir una vivienda, lo que trae como consecuencia el hacinamiento al tener una capacidad de espacio menor a la que necesita una familia para cumplir con los parámetros de comodidad, higiene y seguridad. De igual manera, muchas son construcciones que están sobre terrenos sumamente inestables, donde el peligro más probable son los deslizamientos por lluvias, aparte de que estas edificaciones cuestan más que las viviendas formales porque carecen de todos los servicios, por los traslados de acarreo y por la falta de asesoría técnica que pueda solucionar posibles problemas estructurales.

     Adicionalmente se tienen datos de los censos realizados en los años 1990 y 2001, donde se dio a conocer que la construcción de viviendas informales era de un 57.6% en comparación con las viviendas del margen formal, sin embargo actualmente se estima que la construcción informal está por encima del 70%. También se cree que en Venezuela el crecimiento vegetativo de la población es de 135.000 viviendas por año, donde la construcción formal de viviendas en promedio es de 40.000 viviendas por año, por lo que las otras 95.000 viviendas faltantes se le atribuyen al sector informal.

El déficit habitacional acumulado en Venezuela para el año 2015 se calculaba que era de 2.230.000 viviendas, fraccionadas de la siguiente manera: 1.340.000 viviendas con un déficit funcional, lo cual sucede cuando las familias no poseen casa propia y viven “arrimados”; 890.000 viviendas con déficit estructural, las cuales son clasificadas como viviendas inadecuadas por ser construidas con materiales inaceptables. Además se tienen 1.450.000 viviendas ocupadas aceptablemente pero que requieren mejoramiento. En total se puede estimar que con un promedio de 4,4 personas por vivienda, existen 16.192.000 personas con algún tipo de necesidad habitacional, lo cual representa más del 50% de la población del país.

Por otra parte, como solución a estos problemas se plantea la implementación de un programa de viviendas de crecimiento progresivo, ejemplo: Hogar Semilla, el mismo consiste en el desarrollo sucesivo de la vivienda, de tal manera que el propietario pueda expandir su hogar según sus necesidades y posibilidades, por lo que a cada familia se le entrega un terreno con todos los servicios instalados y los planos pertinentes para su ejecución.

Según el Ing. Álvaro Sucre Fagre otra solución que puede ser viable para la situación de las viviendas informales, es la construcción de nuevas viviendas destinadas para el alquiler, de manera tal que haya mayor disponibilidad de hogares y que sean accesibles a la población. Sin embargo debido a las leyes actuales sobre el inquilinato, los propietarios sienten desconfianza y evitan generar viviendas con este fin, ya que existe la posibilidad de perder cualquier tipo de inversión.

También se sabe que en los últimos años el gobierno se ha dedicado a la construcción de nuevos hogares por medio de la Gran Misión Vivienda, la cual ha realizado considerables aportes a las familias más necesitadas, a pesar de esta ayuda, no ha sido suficiente para solucionar el problema de las viviendas en Venezuela. 

Para finalizar, el Ing. Álvaro Sucre Fagre mencionó que es fundamental que en Venezuela se fortalezcan las políticas de inversión, de manera tal que sean claras y puedan perdurar en el tiempo, así como también se necesita poner en práctica la continuidad administrativa, donde los nuevos ocupantes de un cargo público sigan con la agenda de progreso anterior. Aunado a esto es pertinente crear un equipo con personal capacitado en planes de desarrollo social  y con las intenciones reales de cooperación con país y con las personas que necesitan hogares. Asimismo, dejó como reflexión que el inconveniente que existe con las viviendas informales no es solo un problema económico sino también social y cultural.



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