Tierra, urbanismo y vivienda.
Ing Eduardo Madrigal
Jesus David Muñoz
El viernes 8 de febrero de 2019 fue
recibido en el aula de clases el ingeniero Eduardo Madrigal actualmente
Coordinador Nacional de Vivienda de la CVC, responsable de la mayoría de los
movimientos de tierra en la ciudad de Caracas.
Decidí hacer la relatoría sobre él ya
que me llamó mucho la atención la manera de la que hablaba sobre el país que
vivimos, se notaba las ganas que tenía de que Venezuela fuera un país mejor,
investigando sobre el ponente anteriormente nombrado conseguí un artículo,-que
realizó para la octava edición de la revista Construcción CVC en el año 2016-,
llamado “Tierra, urbanismo y vivienda”.
Madrigal (2016), “Pretender atacar el
problema del déficit habitacional, concentrándose primariamente en la
construcción de viviendas, es como querer vender frutas sin haber sembrado el
árbol, el déficit habitacional es un problema complejo, no solamente por la
gravedad social que este implica, sino por la variedad de programas que deben
relacionarse para garantizar una solución integral y cierta”
El ingeniero expone que este problema
deja de ser uno que se pueda solucionar con una política de gobierno de turno
ya que la solución va más allá de un solo periodo constitucional y es necesario diseñar esa solución con la
participación y estricto cumplimiento de todos los sectores nacionales. Para
desarrollar una reactivación económica en el país es necesario seguir una
planificación creada dentro de una política de estado y además es indispensable
la incorporación del sector privado (construcción, industrial y financiamiento)
en el proyecto establecido.
Lo
interesante del artículo es que el ingeniero basándose en la cantidad de
viviendas que el gobierno dice construir ( un millón ya listas y en proceso
otras seiscientas mil ), explica cuales son los verdaderos requerimientos en
áreas a urbanizar y metros cúbicos de tierra a ejecutar para lograr esas metas.
El déficit habitacional afecta a todo
el paìs, el procentaje de poblaciòn que se encuentra en cada uno de los niveles
socioeconómicos afectados (A,B,C,D,E), número de habitantes y el número de
familias se expresan en la tabla 1.
El número y tipo de vivienda da los
requerimientos de tierra y el urbanismo necesario para producir las parcelas y
por último el ingeniero convirtiò toda la información que recolectó en metros
cúbicos a ser excavados para producir las terrazas donde se implantaran las
parcelas, las áreas de equipamientos y las vialidades. Con los volúmenes de
tierra a ser excavados puede estimar los requerimientos de maquinaria y equipos
para acometer el plan nacional de vivienda y a su vez determinar si Venezuela
está preparada para realizarlo desde el punto de vista empresarial. (TODO SE
OBSERVA EN LA TABLA 3).
Eduardo
Madrigal culmina su artículo dando una serie de recomendaciones y de
conclusiones, pero en esta entrada quise simplemente nombrar las que más me
impactaron a mi:
Recomendaciones
● Para solucionar el déficit actual y
el acumulado en los próximos diez años, exige urbanizar 3281 hectáreas por año
y excavar 69 446 430 m3 de tierra en seis meses cada año. Ubicar y seleccionar
las tierras más aptas no es tarea fácil,
como tampoco podemos garantizar la existencia y equipos en buenas condiciones
para realizar estas labores. Por lo tanto hay que establecer una política de
contratación de obras de urbanismo a mediano y largo plazo para lograr obtener
las parcelas necesarias, dándole la oportunidad a las empresas del ramo para
que renueven sus maquinarias y equipos e incrementen su eficiencia.
● aunque suene paradójico es mejorar
demorar la construcción de las viviendas y preparar con tiempo el plan nacional
de urbanismo. Este plan puede incorporar áreas hoy desarrolladas informalmente,
rediseñandolas y dándole mayor densidad de uso; estas áreas normalmente se
encuentran ubicadas en zonas que reúnen las características dadas para
seleccionar tierras aptas para el desarrollo reduciendo de esta manera las
inversiones puntuales para los equipamientos y generación de fuentes de
trabajo.
Conclusiones
● Se tiene que implementar un programa
que permita a las empresas constructoras de urbanismo renovar su maquinaria y
equipos, para estar capacitados en lograr las metas exigidas por el plan
nacional de urbanismo y vivienda. Este programa debe contemplar la contrataciòn
de obras por periodos de cinco años como mínimo.
● El plan nacional de urbanismo y el
plan nacional de la vivienda tienen que estar respaldados por una política de
estado y no por políticas del gobierno de turno, esto permitirá programar
inversiones a mediano y largo plazo dentro de un marco jurídico claro y
estable.
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